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Medicina estética: Cuando el bienestar también es salud
Por la Dra. Vanina Campisi**
La medicina estética evolucionó mucho en los últimos años. Lejos de ser una disciplina enfocada únicamente en la apariencia, hoy se la considera una herramienta de prevención y mejora integral de la salud.
Cada vez más personas consultan no solo para “verse mejor”, sino para entender cómo se sienten, cómo está funcionando su organismo y qué pueden hacer para potenciar su bienestar desde adentro.
Este enfoque más profundo incluye el estudio de factores genéticos, hormonales y del estilo de vida. Por ejemplo, mediante test epigenéticos hoy podemos saber cómo el estrés, la alimentación, el descanso o los contaminantes afectan nuestra piel, uñas y cabello, o sea, nuestra apariencia en general. A partir de eso, se pueden diseñar planes personalizados estéticos combinados con programas de longevidad celular únicos e individuales para cada persona.
En mi práctica médica, tanto en la ciudad de Recoleta como en Villa Ballester, vemos cada día cómo estos abordajes integrales permiten prevenir desequilibrios mayores, mejorar la energía, regular el sueño, recuperar la vitalidad y también, por supuesto, lograr resultados estéticos más duraderos y saludables.
El desafío para los profesionales de la salud es justamente ese: mirar más allá de lo estético, atender a la persona en su totalidad y acompañar cada caso con criterio clínico, sensibilidad humana y formación continua.
La belleza, cuando es sostenida y real, es consecuencia de un cuerpo equilibrado. Por eso, el trabajo médico en medicina estética no es “embellecer”, sino ayudar a que cada paciente pueda habitarse con mayor bienestar, desde lo físico, lo emocional y lo funcional.
Promover este enfoque, es una forma concreta de acercar una medicina más preventiva, más humana y más respetuosa de las diferencias individuales.
**Médica especialista en longevidad celular,
nutrición genética y estética médica
Directora Médica de VILNIUS Clinic.



