El dueño de Berlina Argentina visitó el local de Ballester, ofreció una charla abierta y cata de cervezas y presentó Valhalla, una bebida ancestral a base de miel.

Villa Ballester siempre nos sorprende, nos invita a nuevas experiencias y disfrutar de diferentes maneras esta querida patria chica.

Así pasó una vez más, el pasado martes 23, cuando el dueño de Berlina Argentina, Bruno Ferrari visitó el local de Ballester, que hace 5 años se destaca en esta ciudad de la mano de Diego Faggioli.

En un encuentro tan descontracturado como enriquecedor, ante una veintena de paladares gustosos por aprender y saber más acerca del mundo de la cerveza, Ferrari dio una clase magistral de cinco tipos de cerveza de Berlina. El aroma, la apariencia, el sabor, la sensación en la boca y la impresión general de cada una, combinados con quesos, chocolate, manzana y demás para potenciar los sabores, hicieron de la charla abierta una verdadera cata y análisis de las bebidas, que por momentos transportó a los presentes a Irlanda o a la época de los vikingos.

En diálogo con Reflejos, Ferrari comentó que está visitando las franquicias, “revalorando lo que hemos construido en la patria y, después de la pandemia, volver a revalorar y aguantar a todos los que sobrevivieron”. Es que los últimos dos años también afectaron directamente a la marca, de 22 locales que Berlina tenía en el país, quedaron 16. “Cada uno (de los locales) que muere es como enterrar un hijo, fue durísimo bajar del cartel”, comentó con pesar por las familias que quedaron sin trabajo, aunque con un dejo de esperanza porque en breve se abrirán tres nuevos Berlina en Santa Fe, Neuquén y Rosario.

En el año, Berlina produce más de 45 variedades de cervezas. “Hay cervezas estacionales, no es lo mismo en el invierno que se estila hacer cerveza con más cuerpo y graduación alcohólica que en verano, con cervezas más ligeras, más refrescantes”, explicó el brewmaster (maestro cervecero). Previo a la cata, se realizó una reunión con el personal de Berlina Ballester “y algún otro cervecero que quiso venir a escuchar, son todos bienvenidos porque consideramos que somos colegas”, dijo Bruno, quien brindó una capacitación a empleados, quienes aconsejan al cliente para entender y compartir “un poco el cuento que hay detrás de cada  cerveza, por qué se la hace y qué es lo que se busca y entender que no somos ni mejor ni peor que nadie, pero sí distintos a todo lo que vio el mundo y tenemos que transmitirlo”, enfatizó el empresario que hace 20 años arrancó con el primer local en Bariloche.

El encuentro sirvió también para lanzar Valhalla, una hidromiel, bebida mítica que data del año 7000 A.C, a base de miel, agua y fermentada con una levadura de vino blanco y que ya está disponible en el local de Ballester, en Lacroze 5031, entre Gral. Paz y Lavalle.

“Me encanta ir a todos los lugares donde está flameando nuestra bandera, creo que nos damos un abrazo mutuo”, dijo Ferrari ya cerrando la visita a Berlina Ballester y expresó: “Está buenísimo, este es un barrio divino que respira cultura, me parece que es un lugar donde hay que estar, cuidar y estoy feliz que el barrio tenga esta cerveza cerca”.