La empresa metalúrgica, creada de la unión de argentinos y brasileños, festejó su 20° aniversario en un encuentro con trabajadores, clientes y proveedores. El emprendimiento se fue desarrollando a lo largo de los años, apostando al trabajo y la industria local, con permanente inversión tecnológica.

“El hito en la creación de Laminación Paulista Argentina SRL se produjo el 11 de diciembre de 2003, con la presencia del entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner, en la inauguración del Parque Industrial de José León Suarez”, dijo a este medio Norberto Fedele, socio de la empresa metalúrgica de San Martín. Pasaron 20 años y pese a los avatares económicos, el emprendimiento continúa en la senda de la producción, con inversión en tecnología y capacitación de su personal, apostando a la industria nacional y generando valor.

“Celebramos el hito de llegar a 20 años como fábrica y además en San Martín”, contó Fedele,  con un evento conmemorativo con el personal y sus familias, clientes representativos y proveedores, al que asistieron más de cien personas.

“Somos metalúrgicos y nos dedicamos al rubro de aluminio, laminamos, fundimos y terminamos aluminio”, resaltó.

“En diciembre de 2003 comenzamos alquilando 800 metros cuadrados en el Parque Industrial de José León Suárez y después de seis años nos mudamos a lo que era el Mercado de Materiales. Lo pudimos comprar con mucho sacrificio”, contó.

La empresa nació con una sociedad de dos familias. Una era brasileña, integrada por tres personas y la otra una argentina, con Fedele, su padre y hermano. Por eso la llamaron Laminación Paulista Argentina.

“Los brasileños nos enseñaron el know how de todo lo vinculado a la fundición y laminación de aluminio. Y en cuanto a la cadena de valor, por parte de mi familia tenemos  otra fábrica. En principio, esa fábrica fue para darle vida, porque en 2003 la importación se hizo muy complicada y preferimos fabricar el insumo en la Argentina”, aclaró Fedele.

Afirmó luego que, buscando otros horizontes, comenzaron “a desarrollar carteras de clientes, de distintos rubros, como ventilación, autopartes, transformadores y menaje. Todo eso llevó a que Laminación Paulista creciera e incorporara tecnología”.

                                                        

“Estamos preocupados por la caída de las ventas, que es vertical, en enero fue un 40%.  Llegaron las primeras facturas de luz y gas, con un monto de tres veces y media superior. Tenemos una planificación anual y no podemos apagar los hornos que trabajan de lunes a lunes, con campañas de tres o cuatro semanas corridas. Como la demanda no se sostiene, la planificación de colada continua se está dilatando. Y hay un problema de financiación de importaciones”, finalizó.

Con esas inversiones, “la colada (proceso de fabricación) que empezó a ser manual, continuó de manera automática, con colada continua, con mucha mayor calidad, con laboratorios en planta para hacer análisis físicos de durometría y químicos de espectrometría”, explicó.

“También mantenemos la laminación manual, para capacitar a la gente y la parte automática la realizamos a través de un laminador que nos costó mucho traer, con un crédito, ya cancelado. Ese laminador automático permite laminar bovinas y, excepto Aluar, a nivel PyME sólo lo usamos nosotros”, enfatizó.

Y destacó: “Conseguimos una flejadora de más de 60 metros de largo, que nos obligó a poner un doble puente grúa de 17 metros de trocha. También trajimos hornos de recocido o estufas de normalizado. Y  pusimos dos líneas de corte automático”. Y, remarcó: “Fuimos invirtiendo desde el primer minuto en tecnología y nunca dejamos de hacerlo. En pandemia también lo hicimos, con matricería de varias bocas para fabricar más cantidad”.

La empresa tiene su establecimiento en Camino de Cintura, a 200 metros de Ruta 8, sobre la calle Libertad, con 4000 metros cuadrados de planta cubierta.

“Tenemos clientes de toda Argentina, sobre todo en la provincia de Buenos Aires y también de Santa Fe, Córdoba y Mendoza, la zona centro del país que es más fuerte en metalurgia”, aseguró Fedele.

Para cerrar, agregó que tienen “trabajadores con mano de obra especializada, capacitados en el manejo de máquinas automatizadas, con electrónica aplicada. Somos altamente eficientes y productivos. Nuestros insumos son en gran parte locales”.

“Este el resultado de la unión de dos familias y seguimos con ganas de continuar  agregándole valor a lo que hacemos. Estamos muy contentos de haber cumplido 20 años y esperamos seguir creciendo”, concluyó Fedele.