A partir de hoy, con su Bodegón Central como estrella, el Social vuelve a ofrecer una oferta gastronómica variada y accesible.

San Martín es un lugar con historia, con edificios antiguos, lugares añosos, algunos conservados y otros no tanto. También, cuenta con vecinos que quieren y valoran espacios, instituciones, los quieren y trabajan, invierten y se esfuerzan por recuperarlos. Tal es el caso del Social Central Argentino, un club tradicional de San Martín fundado en 1930, que durante años funcionó y albergó a ciento de vecinos.

Hoy, el club de la calle Mitre 3467, a dos cuadras de la plaza central de San Martín y a tan solo una de la peatonal, vuelve al ruedo de la mano de Hernán Ienco, de Bocata, quien tras años de juntar ganas para levantar el club y su comedor, convenció a dos amigos para ponerlo en valor. Y así es que hoy, martes 11 de octubre a las 8, Ienco junto a sus colegas Pablo Risso y Martín Silva -de Basta Pablo y Bourbon, ambos de Villa Ballester- abren las puertas de Bodegón Central, una cantina que promete convertirse en una opción práctica y económica al mediodía y un cálido lugar para cenar, con una amplia carta de comidas con carnes, pastas, buenos postres y especialidades, y bebidas, tragos incluidos. 

Pero no sólo comienza una nueva etapa para el Bodegón, ya que los tres no sólo aggiornaron el restaurante, sino que además, invirtieron mucho esfuerzo, durante casi un año entero, en recuperar el club, sus instalaciones y servicios.

“Acá veníamos muy seguidos con mis amigos; de chiquito soñaba con tener y administrar un club”, dijo Ienco -presidente de la Cámara de Comerciantes Gastronómicos de San Martín- a este medio, quien ya hace cuatro años tenía ganas de remontar el Social. Y por insistencia de su papá, retomó el tema hace un par de años y con sus dos amigos, logró cumplir su sueño. Y tras meses de dedicación y mucha inversión, fueron reacondicionando espacios. Además del salón comedor donde desde hoy funciona el Bodegón, recuperaron la cancha de fútbol, la antigua cancha de padel la convirtieron en una terraza donde pronto lucirán enredaderas, canteros con plantas y una barra de coctelería, además de un solarium para quienes quieran disfrutar de la pileta, que piensan tener lista este verano. También ya están listos los nuevos vestuarios y funciona el gimnasio de aparatos -de la cadena LifeCenter- con salida a la calle Cerrito 2139. 

Entre los próximos pasos, tienen planeado terminar arreglar un salón para hacer fiestas, con peloteros para que los chicos que vengan el fin de semana con las familias puedan disfrutarlo.

“Les conté la locura y se prendieron, no sé cómo, pero se sumaron”, dice ahora Ienco, satisfecho por lo logrado, cuando recuerda el momento en que se sumaron sus dos amigos. Ya todo parece lejano ante esta apertura que hoy devuelve este histórico espacio a los vecinos de San Martín, con nuevas propuestas gastronómicas en su Bodegón y un club en plena recuperación.